domingo, 19 de junio de 2011

Rosario del Ejército Mariano (Conocido como Rosario de la Red Mundial)



Persignarse.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos líbranos Señor, en el nombre de Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.


Ofrecimiento.
Hermanos en Cristo, nos preparamos en este momento para hacer el Rosario de la Red Mundial “Jesucristo Rey de Reyes y Santa María de Guadalupe”. Al iniciar el rosario, hemos de pedirle al Señor Jesucristo, la gracia de que nuestra Madre  Santísima ore con nosotros, San José, los Ángeles, los Santos, las Almas de Purgatorio nos acompañen a orar y que se multiplique nuestra oración en comunión con toda le Iglesia, que nuestra oración se haga presente en todos los Sagrarios de mundo, pedimos que en esta oración seamos sumergidos nosotros, los pueblos, las naciones, en la Sangre Preciosa de Jesucristo, clamamos misericordia al Señor a través de este rosario y que nos conceda la salud del cuerpo y del alma, que nos conceda el perdón de nuestro pecados; le pedimos al Señor, que libere al pueblo, a las naciones, a cada bautizado, que nos libere de todas las ataduras del maligno.
En las cuentas rojas imploramos la misericordia del Señor, imploramos la Preciosa Sangre de Dios, para que por su Sangre y su Precioso Amor, alcancemos la salud y la liberación, que protegidos de las venganzas del maligno, de las acechanzas del maligno, y que Dios nos conceda la gracia de amarlo, bendecirle y que Dios nos conceda también la gracia de que por esta oración, se salven muchas almas.
En la cuentas blancas, pedimos al eterno Padre que nos sumerja en la Llama de Amor del Corazón de Jesús y en la Llama de Amor del Corazón de la Virgen María, en la llama de amor de todos los hermanos que te aman y que claman tu amor y tu misericordia.
Notamos aquí dos elementos, primero, con la Sangre de Jesús somos protegidos y con la Llama de Amor somos sumergidos en el amor eterno de Dios, esta oración hermanos tendrá una fuerza tremenda cuando se haga con el corazón, porque se invoca la protección de nuestro Señor, la protección de la Virgen, la protección de los Ángeles y esto se hace envuelto en el fuego de amor, como miembros de un solo corazón, miembros de  la Red Mundial, miembros de la Iglesia que Cristo fundo, que Cristo compro con su Sangre Preciosa.


Primer Misterio Doloroso:
La oración de Jesús en el huerto.
Padre Eterno, te suplicamos que por la Alianza de Fe y Amor, nos sumerjas en el Corazón de Jesús y de María para que seamos uno en el Amor.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
  Cuentas Rojas:
Señor, por Tu Preciosísima Sangre y Tu Divino Amor, sánanos, libéranos, protégenos de las venganzas del maligno, danos Tu gracia para cumplir los deseos del Cielo y las almas se conviertan a Tu Amor.
  Cuentas Blancas:
Padre Eterno, yo te amo, sumérgeme en la unión de las Tres Llamas de Amor para que seamos uno, como Tú; Padre, estás en nosotros y nosotros en Ti.
  Cuentas transparentes:
Padre Eterno / Inunda nuestros corazones con Tu Amor.
Fuego de Amor / Llénanos de tus dones.
Sangre de Cristo / Protégenos, libéranos.


Segundo Misterio Doloroso:
La flagelación de nuestro Señor Jesucristo.
Señor, te rogamos que la tibieza no se adueñe de los corazones, tanto de los pastores como de las ovejas. Tenemos sed de Ti, Llénanos con el Fuego de Tu Amor.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
  Cuentas Rojas:
Señor, por Tu Preciosísima Sangre y Tu Divino Amor, sánanos, libéranos, protégenos de las venganzas del maligno, danos Tu gracia para cumplir los deseos del Cielo y las almas se conviertan a Tu Amor.
  Cuentas Blancas:
Padre Eterno, yo te amo, sumérgeme en la unión de las Tres Llamas de Amor para que seamos uno, como Tú; Padre, estás en nosotros y nosotros en Ti.
  Cuentas transparentes:
Padre Eterno / Inunda nuestros corazones con Tu Amor.
Fuego de Amor / Llénanos de tus dones.
Sangre de Cristo / Protégenos, libéranos.


Tercer Misterio Doloroso:
La Coronación de Espinas.
Señor, te pedimos por todos los fieles, las almas dóciles, Cardenales, Obispos, Sacerdotes, videntes, profetas, grupos de oración, cenáculos, comunidades, congregaciones religiosas, misioneros, seglares, para que trabajemos unidos para la salvación de las almas y formemos una cadena de amor, donde no haya espacio para el enemigo.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
  Cuentas Rojas:
Señor, por Tu Preciosísima Sangre y Tu Divino Amor, sánanos, libéranos, protégenos de las venganzas del maligno, danos Tu gracia para cumplir los deseos del Cielo y las almas se conviertan a Tu Amor.
  Cuentas Blancas:
Padre Eterno, yo te amo, sumérgeme en la unión de las Tres Llamas de Amor para que seamos uno, como Tú; Padre, estás en nosotros y nosotros en Ti.
  Cuentas transparentes:
Padre Eterno / Inunda nuestros corazones con Tu Amor.
Fuego de Amor / Llénanos de tus dones.
Sangre de Cristo / Protégenos, libéranos.


Cuarto Misterio Doloroso:
Jesús con la Cruz a cuestas.
Señor, te pedimos que el Pueblo de Dios encuentre Tu Amor, Misericordia, Auxilio y Comprensión a través de los pastores de Tu Iglesia, para que en unidad se pueda responder al llamado urgente de entregar la vida para la Gloria del Padre y la salvación de las almas.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
  Cuentas Rojas:
Señor, por Tu Preciosísima Sangre y Tu Divino Amor, sánanos, libéranos, protégenos de las venganzas del maligno, danos Tu gracia para cumplir los deseos del Cielo y las almas se conviertan a Tu Amor.
  Cuentas Blancas:
Padre Eterno, yo te amo, sumérgeme en la unión de las Tres Llamas de Amor para que seamos uno, como Tú; Padre, estás en nosotros y nosotros en Ti.
  Cuentas transparentes:
Padre Eterno / Inunda nuestros corazones con Tu Amor.
Fuego de Amor / Llénanos de tus dones.
Sangre de Cristo / Protégenos, libéranos.


Quinto Misterio Doloroso:
La Crucifixión y muerte de nuestro Señor Jesucristo.
Espíritu Santo, te pedimos nos des la luz necesaria para distinguir entre el bien y el mal para que sean descubiertas todas las intenciones, obras, engaños del enemigo y contemplemos con gozo el triunfo de los Sacratísimos Corazones, unidos al nuestro por medio de la Alianza de Fe y Amor.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
  Cuentas Rojas:
Señor, por Tu Preciosísima Sangre y Tu Divino Amor, sánanos, libéranos, protégenos de las venganzas del maligno, danos Tu gracia para cumplir los deseos del Cielo y las almas se conviertan a Tu Amor.
  Cuentas Blancas:
Padre Eterno, yo te amo, sumérgeme en la unión de las Tres Llamas de Amor para que seamos uno, como Tú; Padre, estás en nosotros y nosotros en Ti.
  Cuentas transparentes:
Padre Eterno / Inunda nuestros corazones con Tu Amor.
Fuego de Amor / Llénanos de tus dones.
Sangre de Cristo / Protégenos, libéranos.


Salves a María Santísima.
Dios te Salve, María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen Purísima y Castísima antes del parto, en tus manos encomendamos nuestra fe para que la alumbres; llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de Tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.  Amén.
Dios te Salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen Purísima y Castísima en el parto, en tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes; llena eres de gracia, el Señor esta contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de Tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.  Amén.
Dios te Salve, María Santísima, Esposa del Espíritu Santo, Virgen Purísima y Castísima después del parto, en tus manos encomendamos nuestra caridad para que la inflames; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de Tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.  Amén.
Dios te Salve, María Santísima, Templo, Trono y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen Concebida sin la culpa del pecado original. Danos tu gracia para que con devoción te digamos, Dios te Salve, Reina y Madre, Madre de Misericordia, Vida, Dulzura y Esperanza nuestra.
Dios te Salve,  a Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. ¡Ea pues!, Señora Abogada nuestra, vuelve a nosotros ésos Tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto Bendito de Tu vientre.
 ¡Oh Clemente!, ¡Oh Piadosa!, ¡Oh Dulce siempre Virgen María!  Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos y merecedores de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.


Letanías de la Preciosa Sangre de nuestro Señor Jesucristo.
Señor, ten piedad de nosotros.                                                                 Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.                                                            Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.                                                                Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo óyenos.                                                                                Jesucristo óyenos.
Jesucristo, atiéndenos.                                                                           Jesucristo, atiéndenos.
Padre del cielo, que eres Dios.                                                                 Ten piedad de nosotros.
Hijo Redentor del mundo, que eres Dios.                                                   Ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo, que eres Dios.                                                                  Ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que eres Dios.                                                            Ten piedad de nosotros.
Sangre de Cristo, Sangre del Hijo Unigénito del eterno Padre.                        Sálvanos.
Sangre de Cristo, Sangre del Verbo de Dios Encarnado.                               Sálvanos.
Sangre de Cristo, Sangre del nuevo y eterno Testamento.                             Sálvanos.
Sangre de Cristo, corriendo por la tierra en la agonía.                                 Sálvanos.
Sangre de Cristo, manando abundante en la flagelación.                                Sálvanos.
Sangre de Cristo, goteando en la coronación de espinas.                               Sálvanos.
Sangre de Cristo, derramada en la Cruz.                                                    Sálvanos.
Sangre de Cristo, precio de nuestra salvación.                                             Sálvanos.
Sangre de Cristo, sin la cual no puede haber redención.                                Sálvanos.
Sangre de Cristo, que apagas la sed de las almas y las purificas en la Eucaristía.  Sálvanos.                         
Sangre de Cristo, torrente de misericordia.                                               Sálvanos.
Sangre de Cristo, vencedora de los demonios.                                           Sálvanos.
Sangre de Cristo, fortaleza de los mártires.                                               Sálvanos.
Sangre de Cristo, virtud de los confesores.                                               Sálvanos.
Sangre de Cristo, que suscitas almas vírgenes.                                            Sálvanos.
Sangre de Cristo, fortaleza de los tentados.                                               Sálvanos.
Sangre de Cristo, alivio de los que trabajan.                                              Sálvanos.
Sangre de Cristo, consolación de los que lloran.                                        Sálvanos.
Sangre de Cristo, esperanza de los penitentes.                                           Sálvanos.
Sangre de Cristo, consuelo de los moribundos.                                         Sálvanos.
Sangre de Cristo, paz y dulzura de los corazones.                                      Sálvanos.
Sangre de Cristo, garantía de la vida eterna.                                             Sálvanos.
Sangre de Cristo, que liberas las almas del purgatorio.                               Sálvanos.
Sangre de Cristo, digna de toda honra y gloria.                                       Sálvanos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.                                 Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.                                 Óyenos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.                                 Ten piedad de nosotros, Señor.
Nos redimiste, Señor, con Tu Sangre.                                                    E hiciste de nosotros un reino para nuestro Dios.


Oremos.
    Todo Poderoso y Eterno Dios, que constituiste a tu Hijo Unigénito, Redentor del mundo, y quisiste ser aplacado con su Sangre, concédenos la gracia de venerar el precio de nuestra salvación y de encontrar, en la virtud que ella contiene, defensa contra los males de la vida presente, de tal modo que eternamente gocemos de sus frutos en el cielo. Por el mismo Cristo, Señor nuestro.
Amén.
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martes, 7 de junio de 2011

Alabanzas al Santísimo Sacramento (Versión del Padre Moisés Lárraga)

Bendito sea Dios,
Bendito sea su Santo Nombre,
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre,
Bendito sea el Santo Nombre de Jesús,
Bendito sea su Sacratísimo Corazón,
Bendita sea su Preciosísima Sangre,
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar,
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito,
Bendita sea la gran Madre de Dios, María Santísima,
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción,
Bendita sea su Gloriosa Asunción a los cielos,
Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre,
Bendito sea San José, su Castísimo esposo,
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
Jesús, ten piedad de mí, Jesús sáname, Jesús sálvame, Jesús libérame, (x3)
Si Jesús me libera, quedo verdaderamente liberado.
Bendito sea Dios.
Amén.

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viernes, 27 de mayo de 2011

Oración de sello con el Poder de la Sangre de Jesucristo el Señor (Inspirada al Padre Salvador Herrera)

Señal de la Cruz.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Jaculatoria.
Dios mío ven en mi auxilio, Señor, date prisa en socorrerme.

Invocación.
Invoco la poderosa protección de la Preciosísima Sangre redentora de Cristo, Rey del universo y Rey de México.

Oración de Sello.
En el nombre de Dios Padre, en nombre de Dios Hijo y nombre de Dios Espíritu Santo, sello y protejo con el Poder de la Sangre de Jesucristo el Señor, mi consciente, inconsciente, subconsciente, mi razón, mi corazón, mis sentimientos, mis sentidos, mi ser físico, mi ser biológico, mi se psicológico, mi ser material y mi ser espiritual. Todo lo que soy, todo lo que tengo, todo lo que puedo, todo lo que se y todo lo que amo, queda sellado y protegido con el poder de la Sangre de Jesucristo el Señor. Sello mi pasado, mi presente y mi futuro, sello mis planes, proyectos, sueños, ilusiones, viajes, enfermedades, todo queda sellado y protegido  con el poder de la Sangre de Jesucristo el Señor. Sello mi persona, mi familia, mis posesiones, mi árbol genealógico; todo queda sellado y protegido, con el Poder de la Sangre de Jesucristo el Señor. Me escondo en la llaga del costado herido de Jesús, me escondo en el corazón inmaculado de la Santísima Virgen María, amén, amén, amén.

Gloria.
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos, amén.

Canto.
Este es mi Cuerpo, esta es mi Sangre, que se entrega por vosotros los hombres,
 Tomad y comed todos de él.

Consagración a San Miguel Arcángel.
Arcángel San Miguel, hoy nos consagramos a ti, te confiamos todo nuestro patrimonio presente y futuro, bajo tu poderosa protección. ¡Oh gran príncipe del cielo!, fidelísimo defensor de la Iglesia de Dios, Santo Arcángel Miguel, henos aquí cada día mas en la aflicción; el combate que tu comenzaste en el cielo, continua en la tierra; la gran apostasía de Dios, está arrojando mas almas al abismo del infierno; la Santa Iglesia, no solamente es perseguida desde afuera, sino lo que es más peligroso todavía, es atacada en su interior, por sus enemigos, la viña del Señor, esta descuidada. Con humilde confianza en tu bondad y en el poder de tu auxilio, nos presentamos en compañía de nuestro Ángel de la Guarda y del Ángel Protector Custodio de la Nación Mexicana, para entregarnos a ti; se tu nuestro patrono, protector especial e intercesor, defiéndenos de todos los ataques del enemigo maligno, especialmente en el combate de las tentaciones contra la fe y la pureza, guárdanos de la perdición del pecado, guarda en nuestra alma, la paz en la hora de la muerte y guíanos seguros, a la casa Paterna del cielo, amén.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha, se nuestro amparo contra la asechanzas y perversidades del demonio, que Dios lo reprima, son nuestra humildes suplicas, y tu príncipe de la milicia celestial, con el poder que el Señor te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas; te rogamos, protege de manera especial a las almas de nuestros antepasados, familiares, pero también a las almas de aquellos que nos precedieron en los orígenes y fundación de nuestra patria: Los indígenas, españoles, mestizos, criollos, que se encuentran en el purgatorio. Amén.

Salutación a la Virgen María.
¡Salve reina de los cielos y Señora de los ángeles!, ¡Salve raíz!, ¡Salve puerta!, que dio paso a nuestra luz, alégrate Virgen Gloriosa, entre todas la más Bella; ¡Salve Agraciada Doncella!, ruega a Cristo por la almas que se encuentran en el purgatorio de nuestras familias, protege y ayuda a todas las almas de aquellos que nos precedieron en  los orígenes y fundación de nuestra patria: Los indígenas, los españoles, los mestizos, los criollos, más necesitadas de su Divina Misericordia.
            Dulce Madre, por el amor que me tienes, intercede por estas oraciones ante el Trono de Dios, para los nueve coros celestiales efectúen en mí y en nosotros, transformaciones y cambios necesarios. Madre Inmaculada, envíanos el auxilio de tus legiones celestiales, para que bajo tú mandato y poder, persigan a los espíritus infernales, luchen contra ellos, nos defiendan, contra sus ataques los venzan y los arrojen nuevamente al abismo, impidiéndoles regresar: A mí, a los míos, a nuestra patria, en cualquier tiempo o lugar. Madre de Misericordia, que sean enviadas las Jerarquías Angélicas en auxilio de todas las almas purgantes, de los sacerdotes, religiosos, monjas, laicos consagrados, que cometieron sacrilegios y blasfemias o rompieron sus promesas y votos hechos a Dios a través de la Iglesia Católica, amén.

Canto.
Jesús, Jesús, Tu eres el pan que da al mundo vida eterna.
Señor, Señor, yo creo en Ti, yo espero en Ti, Señor.

Petición a San Miguel Arcángel.
San Miguel Arcángel, que por tu obediencia a Dios, recibiste de Él, la fuerza y el poder, para derrotar al rey de los hijos del orgullo, la altivez, la soberbia, te suplicamos para que nos ayudes, para que también sean vencidos, en mi, en nuestra familia, en nuestra patria, protege y ayuda a todas las almas que se encuentran en el purgatorio, especialmente pedimos por las de nuestras familias, pero también por las almas de aquellos que nos precedieron en los orígenes y fundación de nuestra patria: Indígenas, españoles, mestizos, criollos, que se encuentran en el purgatorio.

  Gloria.
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos, amén.

Canto.
Este es mi Cuerpo, esta es mi Sangre, que se entrega por vosotros los hombres,
 Tomad y comed todos de Él.

Petición a San Gabriel Arcángel.
San Gabriel Arcángel, mensajero de Dios, abre nuestra comprensión, para que podamos vivir con el Espíritu Santo en la verdad; ayúdanos para que podamos entender las revelaciones, que Dios haga a nuestra alma, intercede, junto conmigo por las almas de nuestra familias y las almas de aquellos que nos precedieron en los orígenes y fundación de nuestra patria: Los indígenas, los españoles, los mestizos, los criollos, etcétera, que se encuentran en el purgatorio.

Gloria.
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos, amén.

Canto.
Jesús, Jesús, Tu eres mi paz, eres mi gozo y mi alegría.
Señor, Señor, yo creo en Ti, yo espero en Ti, Señor.

Petición a San Rafael Arcángel.
San Rafael Arcángel, curación y bálsamo divino, te rogamos sanes las heridas de mis pecados y las de todas nuestras familias, las heridas de los pecados de nuestros antepasados, las heridas de los pecados de aquellos que nos precedieron en los orígenes y fundación de nuestra patria: indígenas, españoles, criollos, mestizos, etcétera, que se encuentran en el purgatorio.

Gloria.
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos, amén.

Petición al Santo ángel de la guarda.
Santo ángel de mi guarda, centinela, servidor de  Dios y mío, protégenos y llévanos en tus manos, para que no tropiecen nuestros pies en piedra alguna, que tampoco seamos nosotros, piedra de tropiezo, en la vida de otras personas.

Gloria.
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos, amén.

Canto.
Este es mi Cuerpo, esta es mi Sangre, que se entrega por vosotros los hombres,
 Tomad y comed todos de Él.  

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sábado, 7 de mayo de 2011

Oración Universal (atribuida al Papa Clemente XI)

Creo en Ti, Señor, pero ayúdame a creer con más firmeza; espero en Ti, pero ayúdame a esperar con más confianza; te amo, Señor, pero ayúdame a amarte más ardientemente; estoy arrepentido, pero ayúdame a tener mayor dolor.

Te adoro, Señor, porque eres mi creador y te anhelo porque eres mi último fin; te alabo porque no te cansas de hacerme el bien y me refugio en Ti, porque eres mi protector.

Que tu sabiduría, Señor, me dirija y tu justicia me reprima; que tu misericordia me consuele y tu poder me defienda.

Te ofrezco, Señor mis pensamientos, para que se dirijan a Ti; te ofrezco mis palabras, para que hablen de Ti; te ofrezco mis obras, para que todo lo haga por Ti; te ofrezco mis penas, para que las sufra por Ti.

Todo aquello que quieres Tú, Señor, lo quiero yo, precisamente porque lo quieres Tú, quiero como lo quieras Tú y durante todo el tiempo que lo quieras Tú.

Te pido, Señor, que ilumines mi entendimiento, que inflames mi voluntad, que purifiques mi corazón y santifiques mi alma.

Ayúdame a apartarme de mis pasadas iniquidades, a rechazar las tentaciones futuras, a vencer mis inclinaciones al mal y a cultivar las virtudes necesarias.
Concédeme, Dios de bondad, amor a Ti, odio a mí, celo por el prójimo, y desprecio a lo mundano.

Dame tu gracia para ser obediente, ser comprensivo, saber aconsejar a mis amigos y perdonar A mis enemigos.

Que venza la sensualidad con  la mortificación, con generosidad la avaricia, con bondad la ira; con fervor la tibieza.

Que sepa yo tener prudencia, Señor, al aconsejar, valor frente a los peligros, paciencia en las dificultades, humildad en la prosperidad.

Concédeme, Señor, atención al orar, responsabilidad en mi trabajo y firmeza en mis propósitos.

Ayúdame a conservar la pureza de alma, a ser modesto en mis actitudes, ejemplar en mis conversaciones y a llevar una vida ordenada.

Concédeme tu ayuda para dominar mis instintos, para fomentar en mí tu vida de gracia, para cumplir tus mandamientos y obtener la salvación.

Enséñame, Señor, a comprender la pequeñez de lo terreno, la grandeza de lo divino, la brevedad de esta vida y la eternidad de la futura.

Concédeme, Señor, una buena preparación para la muerte y un santo temor al juicio, para librarme del infierno y alcanzar el paraíso.

Por Cristo nuestro Señor. Amén.

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