lunes, 27 de diciembre de 2010

Coronilla a la Divina Misericordia (revelado a Santa Faustina Kowalska)





La señal de la Cruz:
En el nombre del Padre, del Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
Oración Inicial:
     Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas y el mar de la misericordia se abrió para el mundo entero. Oh fuente de vida, insondable Misericordia Divina, abarca al mundo entero y derrámate sobre nosotros. Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío.
Padre Nuestro:
     Padre Nuestro, que estas en el cielo, santificado sea Tu nombre; venga a nosotros Tu reino; hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación; y líbranos del mal. Amén.
Ave María:
     Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Credo de los Apóstoles:
     Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, Su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
En las cuentas grandes del Padre Nuestro:
     Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestro pecados y los del mundo entero.
En las 10 cuentas pequeñas de cada decena:
Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Después de cinco decenas, la doxología final:
     (Tres veces) Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
Oración Final:
     Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a tu Santa Voluntad, que es el Amor y la Misericordia misma. Amén.
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